
El sábado 22 de noviembre marca el fin oficial de los antiguos mensajes MT de SWIFT
El 22 de noviembre de 2025 es el salto de SWIFT al ISO 2022, mientras la mayoría de personas disfruta del fin de semana, más de 11 000 bancos en más de 200 países completarán la migración total al estándar ISO 20022 (conocido también como ISO 2022) en la red SWIFT. Este es el nuevo panorama que se presenta en economía global.
A partir del lunes 24, los vetustos mensajes MT —el formato creado en los años 70— quedarán oficialmente descontinuados. Cualquier transferencia internacional, pago de nómina transfronterizo o liquidación de valores tendrá que hablar el nuevo idioma financiero global: los mensajes MX basados en XML rico en datos.
¿Qué es exactamente ISO 20022 y por qué es un cambio estructural?
ISO 20022 no es una moneda digital ni una blockchain, sino el nuevo estándar internacional de mensajería financiera. Sustituye los mensajes cortos y pobres en datos (parecidos a un SMS) por estructuras XML que pueden contener hasta 10 veces más información estructurada:
- Datos completos del ordenante y beneficiario
- Propósito exacto del pago
- Referencias, facturas, impuestos y metadatos adicionales
- Campos legibles tanto por humanos como por máquinas
Resultado inmediato: menos errores (hoy cerca del 10 % de transferencias internacionales fallan por datos incompletos), pagos más rápidos y mayor trazabilidad automática.
El puente hacia el dinero programable y las CBDC
Aunque el 22 de noviembre no aparecerá ningún “euro digital” ni “dólar digital” en tu cuenta, el nuevo estándar está diseñado desde su origen para ser interoperable con:
- Monedas digitales de banco central (CBDC)
- Activos tokenizados (bonos, acciones, inmuebles en blockchain)
- Redes de pago basadas en tecnología de registro distribuido (DLT)
Organismos como el Banco de Pagos Internacionales (BIS) y el propio Foro Económico Mundial han recomendado explícitamente que las futuras CBDC usen ISO 20022 como protocolo común para garantizar la conexión fluida con la banca comercial tradicional.
Lo que SÍ cambia y lo que NO cambia el 22-N
SÍ cambia
- La “tubería” por donde circula el dinero global
- Velocidad y coste de transferencias internacionales
- Capacidad de automatización y trazabilidad total
- Preparación técnica para CBDC y tokenización masiva
NO cambia (de momento)
- Tu saldo bancario ni los billetes en tu cartera
- No habrá corralito, reset monetario ni devaluación mágica
- El efectivo físico sigue existiendo
- Las criptomonedas no se dispararán por arte de magia
Los riesgos que nadie menciona en los comunicados oficiales
La misma riqueza de datos que reduce errores también elimina la última zona gris de privacidad financiera. Cada transacción quedará perfectamente identificada y rastreable en tiempo real por bancos centrales, reguladores y —potencialmente— cualquier autoridad con acceso al sistema.
Agustín Carstens (BIS) lo dijo sin rodeos en 2021: «Con las CBDC el banco central tendrá control absoluto sobre las reglas […] y la tecnología para hacerlas cumplir».
En un mundo 100 % ISO 20022 + CBDC será técnicamente posible:
- Aplicar intereses negativos directos
- Hacer que el dinero “caduque” si no se gasta
- Bloquear cuentas o categorías de gasto con un clic (como ya ocurrió con Rusia en 2022 vía SWIFT)
Conclusión: no es el fin del mundo, pero sí el fin de un mundo
El 22 de noviembre de 2025 es el salto de SWIFT al ISO 2022 y no verás cajeros parados ni colas en los bancos. Será un hito técnico silencioso que culmina años de preparación.
Sin embargo, ese día quedará lista la infraestructura sobre la que se construirá el próximo régimen financiero: más rápido, más eficiente… y potencialmente mucho más controlado.
La tecnología es neutra. El uso que hagamos de ella dependerá de la vigilancia ciudadana y de las leyes de protección de datos y privacidad que exijamos ahora, antes de que sea demasiado tarde.
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